septiembre 18, 2018 Mónica Alicia Barneda

9 de Septiembre de 2018 Luna Nueva en Virgo

Después de dos meses de Eclipses y de Marte en Retrógrado que fue intenso para muchas personas, no sólo por su marcha atrás, sino por el hecho que se encontraba en cuadratura a Urano, recién entrado en Tauro, (por tanto en signos fijos), lo que nos ha traído muchos imprevistos, en positivo y en negativo, empujándonos al cambio, aún cuando no estábamos preparados… nos encontramos ya siendo 9 de Septiembre con la Luna Nueva en Virgo, que es el encuentro entre el Sol y la Luna exactamente a 17º de Virgo, para iniciar un nuevo ciclo emocional de 6 meses en la zona Virgo de nuestra Carta Natal.

Esta lunación se forma en oposición a Neptuno (ensoñación) a 15º de Piscis. La Luna Nueva ocurre cuando la Luna se ubica entre el Sol y la Tierra. Es una Luna invisible, pues la luz del Sol la opaca completamente. El efecto inmediato de este posicionamiento de la Luna es cierto grado de confusión. Es por eso que se recomienda descansar y meditar los primeros dos o tres días de esta fase. De lo contrario las actividades que realices te causarán tensión e incertidumbre. Luego de estos días todo nuestro Ser está más en armonía. Ese es el momento de iniciar nuevos proyectos y propósitos.

Esta Luna se encuentra con Mercurio (comunicación, negocios) en Virgo, Marte (acción, emprendimiento) ya directo en Capricornio y Saturno (estructura) también directo en Capricornio. Esta alineación brinda estabilidad, potencia la actividad mental, el orden, el trabajo y organización.

La luna nueva tiene una energía de renovación, por lo tanto, es importante que realicemos rituales que permitan impulsarnos espiritualmente. Durante esta fase lunar, es excelente realizarlos porque potencian nuestro desarrollo, especialmente si se trata de nuevos emprendimientos.

Este es un momento ideal para “alinearnos” con nuestros objetivos y propósitos, para lanzar nuestros deseos al Universo, expresando nuestras intenciones desde la presencia de nuestro objetivo ya cumplido, es decir, “vistiendo” el estado emocional o estado de conciencia acorde a nuestro objetivo manifestado. Esto lo podemos hacer tanto para nosotros como para ayudar a nuestros seres queridos siendo todos bendecidos en abundancia.

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